En un mundo dependiente del petróleo estos pequeños gestos medioambientales permiten hacer pensar en un futuro más sostenible. Gracias a diversas materias primas residuales, como aceites usados, biomasa residual, plásticos y otros muchos materiales ricos en carbono e hidrógeno, se puede conseguir de forma rentable y eficiente carburantes como queroseno, gasolina o gasoil gracias al sistema Kurata.
Como explicaba el consejero delegado del Grupo Torres, Julio Torres, durante la inauguración de la planta, "esta planta será capaz de transformar el orujillo, residuo de la aceituna, en biocarburante sintético de segunda generación, con una capacidad de 10.000 toneladas anuales". Este dato supone la utilización de unas 30.000 toneladas de materia prima.
La planta ha costado más de 14 millones de euros, parte financiados por entidades públicas y se ha tardado en construir siete meses. Se espera además que la planta industrial cuadriplique su producción en el futuro con la adquisición de tres hectáreas más de terreno.
Esta planta, situada en la localidad cordobesa de Cañete de las Torres es la primera en el mundo en usar este sistema y la primera planta comercial de biocarburantes de segunda generación construida en España.
Fuente: MUY INTERESANTE, 24/03/2011. Autor: Javier Flores
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